Con estas canciones navideñas tan conocidas, me gustaría
comunicarles el Amor eterno de Dios por nosotros al enviar a su Hijo a
sufrir y morir en la Cruz para redimirnos de nuestro pecado.
Mi deseo es que Su Amor sea una realidad en nuestras vidas no sólo durante
la temporada navideña sino que Jesucristo resucitado esté vivo en
nuestras vidas diariamente.